Esperaba que algunos alumnos rompieran las reglas y se despidieran. No vi a ninguno. Me dio la impresión de que la decisión de los niños era la indiferencia. Y Morhange... Suficiente... En la primera nota reconocí la letra de Boniface. Los errores de ortografía eran de Pepinot, por supuesto. Esta, llena de notas musicales, era de Morhange. Y esta... Y esa... Entonces sentí una explosión repentina de alegría y de optimismo. Quería compartirla con el mundo entero. Pero, ¿quien habría escuchado? Nadie sabía que yo existía. El gran artista pronto se volvería un hombre común. Soy Clemente Mathieu, un músico fracasado, un prefecto desempleado.
PRÓXIMA REUNIÓN: Sábado 18 de Octubre - 7 pm.
PELÍCULA: Las Manos - Alejandro Doria
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